martes, 2 de marzo de 2010

La casa de la tortura

En el año 1900, en Alemania, dos niños llamados Oliver y Víctor, entraron en una casa siniestra y abandonada de la que nunca salieron. Todo empezó cuando Víctor tiró un balón al interior de una tenebrosa casa. Cuando entraron en esa oscura mansión las puertas se cerraron, un montón de cuadros extraños empezaron a mirar a los asustados niños. La pelota no aparecía, y Oliver, desesperado, abrió todas las puertas de la casa. En una había un montón de cosas aburridas, en otra había un montón de verdura... ¡ Qué tortura! Al final, buscando y buscando encontraron la pelota, en una habitación que tenía escrito en la puerta un mensaje muy aburrido: prohibida la diversión. Lo malo es que no encontraron la salida de aquella mansión, y se quedaron allí, con todas esas cosas aburridas para siempre.

FIN

1 comentario:

  1. ¡Uffff...! Fran, qué agobio me ha dado pensar en esos niños encerrados para siempre en esa casa, este cuento tiene que tener segunda parte, hombre.
    Un besos

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